miércoles, 15 de septiembre de 2010

HISTORIA DE LOS ANTIBIOTICOS


Paul Ehrlich, descubridor del primer antibiótico usado para la sífilis.
 
 
 
A pesar de que los potentes compuestos antibióticos para el tratamiento de enfermedades humanas causadas por bacterias, tales como la tuberculosis, peste bubónica o la lepra, no se aislaron e identificaron sino hasta el siglo XX, el uso más remoto de antibióticos fueron los antiguos chinos, hace más de 2.500 años.[7] Se sabía en ese entonces que la aplicación de la cuajada mohosa de la soya sobre ciertas infecciones traía beneficios terapéuticos aclamados en un ámbito sociocultural.
Muchas otras culturas antiguas, entre ellos los antiguos egipcios y griegos usaban moho y ciertas plantas para el tratamiento de infecciones, debido a la producción de sustancias antibióticas en estos organismos, un fenómeno conocido como antibiosis.[8] El principio de antibiosis fue descrito en 1877 cuando Louis Pasteur y Robert Koch observaron que un bacilo en el aire podía inhibir el crecimiento de la bacteria Bacillus anthracis.[9]
El primer antibiótico descubierto fue la penicilina, en 1897 por Ernest Duchesne, en Francia, cuando describió las propiedades antibióticas de la especie Penicillium, aunque su trabajo pasó sin mucha atención por la comunidad científica. La investigación en el campo de la terapéutica antibiótica moderna comenzó en Alemania con el desarrollo del antibiótico de corto espectro Salvarsan por Paul Ehrlich en 1909.[4] Ese descubrimiento permitió el tratamiento efectivo de la sífilis, un amplio problema de salud pública en esa época.[10] Ese medicamento, efectivo también para combatir otras infecciones por espiroquetas, ya no se emplea en el presente. Luego, Alexander Fleming (1881-1955) un médico británico, estaba cultivando una bacteria (Staphylococcus aureus) en un plato de agar, el cual fue contaminado accidentalmente por hongos. Luego él advirtió que el medio de cultivo alrededor del moho estaba libre de bacterias, sorprendido comenzó a investigar el porqué. Él había trabajado previamente en las propiedades antibacterianas de la lisozima, y por ello pudo hacer una interpretación correcta de lo que vio: que el hongo estaba secretando algo que inhibía el crecimiento de la bacteria. Aunque no pudo purificar el material obtenido (el anillo principal de la molécula no era estable frente a los métodos de purificación que utilizó), informó del descubrimiento en la literatura científica. Debido a que el hongo era del género Penicillium (Penicillium notatum), denominó al producto Penicilina.
Más de 10 años después, Ernst Chain y Howard Walter Florey se interesaron en el trabajo de Fleming y produjeron una forma purificada de la penicilina, los primeros en utilizar la penicilina en seres humanos.[4] Los tres investigadores compartieron el premio Nobel de Medicina en 1945. En 1939, Rene Dubos aisló la gramicidina, uno de los primeros antibióticos usados fabricados comercialmente e indicado en el tratamiento de heridas y úlceras.[11] Debido a la necesidad imperiosa de tratar las infecciones provocadas por heridas durante la II Guerra Mundial, se invirtieron muchos recursos en investigar y purificar la penicilina, y un equipo liderado por Howard Florey tuvo éxito en producir grandes cantidades del principio activo puro en 1940. Los antibióticos pronto se hicieron de uso generalizado desde el año 1943.
En marzo de 2000, médicos del hospital San Juan de Dios de San José (Costa Rica) publicaron manuscritos del Dr. Clodomiro Picado, que explican las experiencias de él entre 1915 y 1927 acerca de la acción inhibitoria de los hongos del género "Penicillium sp" en el crecimiento de estafilococos y estreptococos (bacterias causantes de una serie de infecciones),[12] motivo por el cual es reconocido como uno de los precursores del antibiótico penicilina, descubierta por Fleming en 1928. El informe con los resultados de los tratamientos realizados con la penicilina por el Dr. Picado fueron publicados por la Sociedad de Biología de París en 1927.[13]
El descubrimiento de los antibióticos, así como de la anestesia y la adopción de prácticas higiénicas por el personal sanitario (por ejemplo, el lavado de manos y utilización de instrumentos estériles), revolucionó la sanidad y se convirtió en uno de los grandes avances de la historia en materia de salud. A los antibióticos se les denomina frecuentemente "balas mágicas", término usado por Ehrlich, por hacer blanco en los microorganismos sin perjudicar al huésped.[10] El Nobel de Química 2009 fue otorgado a dos estadounidenses, Venkatraman Ramakrishnan y Thomas Steitz, y una israelí, Ada Yonath, por investigaciones sobre los ribosomas, las fábricas de proteínas del cuerpo. Los tres científicos fueron recompensados por haber realizado un mapa detallado del ribosoma, una máquina molecular en el interior de las células que "lee" el ARN, una especia de calco del ADN, y utiliza el código genético para fabricar proteínas, el elemento básico de todos los seres vivos.
Estos modelos en tres dimensiones, publicados en 2000, son utilizados ahora para desarrollar nuevos antibióticos, "ayudando directamente a proteger la vida y disminuir el sufrimiento de la humanidad", observó el comité Nobel. La israelí Ada Yonath, de 70 años, es la cuarta mujer que recibe el premio Nobel de Química. La primera fue Marie Curie en 1911. Yonath afirmó que en el inicio de sus investigaciones no preveía que éstas tuviesen una aplicación médica práctica.
Los antibióticos actuales curan todo tipo de enfermedades mediante el bloqueo de las funciones de los ribosomas de las bacterias, entre otros mecanismos (descritos más abajo).
"Si el ribosoma no está en estado de funcionar, la bacteria no puede sobrevivir. Por este motivo los ribosomas son un objetivo tan importante para los nuevos antibióticos",
El estadounidense Thomas Steitz, de 69 años, profesor en la universidad norteamericana de Yale (noreste), fundó una empresa farmacéutica en 2001 para explotar sus descubrimientos.
Venkatraman Ramakrishnan, profesor en la universidad británica de Cambridge, nacido en India en 1952, subrayó por los galardonados con el Nobel son sólo "los capitanes del equipo", cuyos esfuerzos de investigación se han visto reforzados por los de numerosos estudiantes que realizan sus tesis bajo su supervisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario